Cuando uno empieza un negocio pequeño, la primera preocupación es conseguir clientes. Muchos creen que necesitan volantes, anuncios en redes o hasta pagar por publicidad. Pero la verdad es que el mejor marketing no cuesta dinero, cuesta actitud, confianza y saber tratar a la gente.
Los negocios que más crecen en nuestras comunidades no son los que tienen el logo más bonito. Son los que cumplen lo que prometen. Si entregas lo que dijiste, en el tiempo que dijiste, al precio que acordaste, la gente no solo vuelve… te recomienda. Y ese es el tipo de publicidad que no se compra.
Cuando alguien te da su confianza, tienes que cuidarla como si fuera oro. Llegar tarde, cambiar precios sin avisar o quedar mal una vez, puede costarte mucho más que perder un cliente: puedes perder tu reputación. En cambio, si das un trato amable, trabajas con orgullo y agradeces cada oportunidad, el cliente se convierte en promotor.
No necesitas tener miles de seguidores. Lo que necesitas es hacer bien tu trabajo una y otra vez, porque eso se corre de boca en boca. Si vendes comida, incluye un detallito. Si haces un servicio, termina con limpieza. Si no puedes cumplir, avisa. Esa seriedad es la que más vale.
También puedes usar herramientas sencillas y gratuitas. Pide a tus clientes que te recomienden en grupos de Facebook, que compartan tu número en WhatsApp o que suban una foto usando tu producto. Muchos lo harán con gusto si sienten que fueron bien atendidos. Lo mismo si les das un pequeño incentivo: un descuento por traer a alguien, o una muestra gratis.
Y no tengas miedo de pedir recomendaciones. Después de entregar un pedido o terminar un trabajo, pregunta con confianza:
“Si te gustó mi trabajo, ¿crees que podrías compartirlo con alguien que lo necesite?”
Eso no es rogar. Es sembrar. Porque el marketing más poderoso no es el que se grita, es el que se susurra entre vecinos, entre primas, entre compas que dicen:
“A ese sí le puedes confiar tu lana.”
Haz de cada cliente una experiencia tan buena que te quiera recomendar sin que se lo pidas.
Porque cuando tu comunidad te respalda, no hay algoritmo que compita con eso.
