En un avance que podría cambiar el curso del tratamiento del Parkinson, dos ensayos clínicos recientes ofrecieron resultados alentadores al utilizar células madre para restaurar funciones cerebrales deterioradas por la enfermedad. A pesar de tratarse de investigaciones en fases iniciales, los expertos coinciden en que el hallazgo marca un hito en la medicina regenerativa.
El primer estudio fue conducido por BlueRock Therapeutics, filial de Bayer. El equipo implantó neuronas dopaminérgicas derivadas de células madre embrionarias en los cerebros de 12 pacientes en Estados Unidos y Canadá. A los 18 meses del procedimiento, los investigadores documentaron que las nuevas células producían dopamina y que los pacientes mostraban mejoras motoras significativas, especialmente quienes recibieron una dosis elevada.
En paralelo, científicos en Japón realizaron un ensayo con otro enfoque. Utilizaron células madre pluripotentes inducidas (iPSC) generadas a partir de células adultas de los propios pacientes. Estas fueron reprogramadas para convertirse en neuronas dopaminérgicas, que luego se trasplantaron al cerebro. Aunque la muestra fue reducida, los resultados preliminares confirmaron la seguridad del procedimiento y reportaron una leve mejoría en algunos síntomas.
Ambas investigaciones comparten el mismo objetivo: reemplazar las neuronas dañadas que dejan de producir dopamina, sustancia esencial para el control del movimiento. El Parkinson, que afecta a más de 10 millones de personas en todo el mundo, se caracteriza por temblores, rigidez muscular y dificultades de coordinación. Actualmente, el tratamiento se basa en medicamentos que solo alivian los síntomas de forma temporal.
“Este enfoque va más allá de controlar los síntomas. Busca restaurar lo que se perdió”, explicó el doctor Lorenz Studer, director del Centro de Células Madre Sloan Kettering, uno de los pioneros en este tipo de terapias. Sin embargo, también advirtió que es demasiado pronto para hablar de una cura definitiva. La muestra es pequeña y el seguimiento a largo plazo aún no concluye.
Los hallazgos despertaron entusiasmo, pero también cautela. “Es un paso en la dirección correcta, pero necesitamos estudios más amplios y diversos antes de considerar un cambio en los protocolos médicos”, señaló el doctor Ignacio Muñoz, neurólogo e investigador de enfermedades neurodegenerativas en Nueva York.
El uso de células madre en medicina no está exento de debate, sobre todo cuando involucra líneas embrionarias. No obstante, el desarrollo de iPSC —que evita conflictos éticos al usar células adultas— ha abierto nuevas posibilidades para la medicina personalizada.
La comunidad científica seguirá de cerca estos ensayos mientras evolucionan. Si los resultados se confirman en estudios más amplios, el tratamiento con células madre podría convertirse en una herramienta clave para enfrentar uno de los trastornos neurológicos más debilitantes del mundo.